domingo, 20 de diciembre de 2015

Aventuras en prácticas clínicas: Atención primaria

Bienvenidos una vez más a una nueva entrada en este blog dedicado a la enfermería y nuestro paso por la universidad, ambos unidos en esta etapa.

Esta vez soy yo, Noelia, la que escribe este post, para explicar y exponer la primera experiencia que he vivido en contacto con atención primaria, teniendo mis prácticas en un centro de salud; en concreto, en el centro de salud de Pizarrales-Vidal.

He de confesar que cuando me comunicaron mi destino, no tuve demasiada esperanza, ya que siempre, dentro del campo de la enfermería, me vi entre hospitales. Pero nada más lejos de la realidad.

El acogimiento está siendo exquisito, el trato personal de todas las personas que lo forman, desde los administrativos a la auxiliar de enfermería, me ha hecho sentirme dentro de esa pequeña familiar. Empecé a sentir la necesidad de aprovechar los días al máximo por el miedo a que termine y no haber aprovechado el tiempo de forma completa. Sí, lo reconozco: no quiero irme de vacaciones de Navidad si eso implica no estar allí mis 7 horas diarias. Es más, si fuera por mí, creo que estaría otras 7 horas más... El centro de salud engancha.

El hecho de preservar la salud y atender la enfermedad de cada persona que acude a tu consulta puede parecer básico, e incluso aburrido, pero el trasfondo personal y la variabilidad de las personas, cada una de ellas con su historia y su problema particular, hace que te tiemble el corazón y te llegues a sentir enormemente realizado, sabiendo que alguien ha mejorado su estado de salud y su estado de bienestar gracias a tus manos y tus palabras. Y más allá de lo sentimental, la aplicación de técnicas y pruebas que quizá no son realizadas con tanta asiduidad en atención secundaria, hace de estas prácticas un período realmente enriquecedor.

Y, por si fuera poco, se debe sumar el trato tan increíble de las enfermeras que me han acompañado y me siguen acompañando en las dos secciones en las que he estado: atención en adultos y pediatría. Sus explicaciones incesantes y el hecho de responder mis porqués y mis peros desde la base del problema, haciéndome pensar en posibles problemáticas con sólo un historial clínico, y logrando que desarrolle la capacidad de tener criterio propio a partir de base científica, ha hecho que sienta un tipo de realización diferente al anterior, llegando a sentirme enormemente llena de satisfacción al llegar a casa.

Comencé pensando que no me gustaría, y me ha enamorado... No descarto casarme con atención primaria en las dos semanas de prácticas que aún me quedan en el próximo mes de enero.

Sin más, esta es mi experiencia en las primeras prácticas de este curso. Nunca se sabe qué puede sorprenderte en la vida. Gracias por la atención #NursingLovers.

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