Entre pasillos de hospital y apuntes...

¡¡Muy buenas noches #NursingLovers!!

Sentimos en el alma haberos tenido algo abandonados, pero lo cierto es que las prácticas clínicas y los apuntes ocupan la mayor parte de nuestro tiempo, y si pudiéramos más de uno de nosotros añadiríamos unas cuantas horas más a los días...

Como lo prometido es deuda, en este post empezaremos contándoos un poco de nuestras experiencias en las prácticas y por supuesto en los próximos días trataremos de actualizar con una entrada dedicada al formato de la memoria. Los días pasan muy rápido en esta época, madrugamos y llegamos tarde a casa y nuestras tardes pasan (aunque algo más lento) entre apuntes y algún que otro trabajo. La experiencia por parte de ambas está siendo positiva, ya que, si bien a veces cuesta hacerse con el control de las tareas de una planta de hospitalización o un determinado servicio, por regla general, el personal es muy profesional y están dispuestos a enseñarnos. Lo que más nos apasiona es aprender como niñas: aprendemos cada día las actividades, técnicas, patologías... Intentamos tomar y absorber lo mejor de cada profesional que cruza en nuestro camino, ya sean técnicos auxiliares, celadores, médicos o, por supuesto, nuestros maestros preferidos: l@s enfermer@s. En resumidas cuentas, una experiencia más para sumar al "cuaderno de bitácora"... Figurada y literalmente, porque además de apuntar en nuestras cabezas, también tenemos nuestras queridas libretas que nos acompañan y nos recuerdan desde las tensiones de la mañana, hasta el truco que te dio la enfermera para curar una úlcera que estaba algo más fea...

Y es que las plantas son así, mañanas recorriendo pasillos, que en el fin de semana terminas por echar de menos... Los pasillos y también a ellos, aquellos que te ayudan a escribir la historia en el "cuaderno" y que te recuerdan cada día por qué elegiste esto: los pacientes.Y es que si algo he podido aprender estos días, es que nada hay más valioso que un paciente agradecido, satisfecho, contento, tranquilo.

Dulces sueños...